La salida de Rafael Cravioto en 1897

La salida de Rafael Cravioto en 1897



Roberto Jiménez Carrasco






El en Porfiriato el Estado de Hidalgo estuvo bajo el poder de la familia Cravioto. El primero en ocupar el cargo fue Rafael Cravioto, como gobernador interino (1876-1877), después con el carácter Constitucional en (1877-1881). Posteriormente sus hermanos, Simón Cravioto (1881-1885), en seguida Francisco Cravioto (1885-1889) y finalmente de nueva cuenta, en dos periodos más Rafael Cravioto (1889-1893 y 1893-1897), de hecho, fue elegido para gobernar un tercer periodo el 31 de marzo de 1897, el cual no finalizó. Inmediatamente Pedro L. Rodríguez ocupó la silla estatal de forma Constitucional a partir de (1901-1905), alcanzó dos reelecciones más en (1905-1909 y 1909-1913). Sin embargo, en 1911 no concluyo su periodo debido a la entrada de las tropas revolucionarias en Pachuca, encabezadas por el general Gabriel Hernández.

En la última década de Rafael Cravioto en el gobierno,  estuvo envuelto en escándalos. Una de ellas, se le culpó la muerte misteriosa  del periodista Emilio Ordoñez, opositor del gobierno el año de 1894, el hecho aún no es muy claro. El suceso que derramó la gota sobre el vaso fue los trabajos forzados a campesinos en su hacienda “El Zoquital”. Por si fuera poco, en el mes de agosto  de 1897 tuvo que afrontar el fallecimiento de su esposa la Señora Teresa Andrade de Cravioto. Esta pena no sería la única que lo envolvería, aún tenía que afrontar un calvario político.

En ese mismo año Porfirio Díaz ordenó su destitución, pero Cravioto se resistió a dejar el poder, para expulsarlo fue necesario el apoyo de las fuerzas federales porque se temía un conflicto entre los opositores y los partidarios del cacique, solo el gobernador, logró dejar el acta de renuncia a la H. Legislatura el día 1 de noviembre de 1897, una nota del periódico  El Popular de la ciudad de México, señala lo siguiente:


“Los habitantes del Estado, el pueblo trabajador, en muchas partes sufría ya la horrible plaga del hambre, y mientras el Gobernador iba de un banquete a otro, [mientras que] el pueblo, hambriento, desesperado, se mantenía comiendo devorando tunas silvestres, y muchos fueron víctimas de horribles enfermedades”.

Dos días más tarde: un pequeño batallón dirigido por el Teniente Coronel Trinidad Trejo, esperaba afuera de la casa de Rafael Cravioto con la intención de  acompañarlo hasta el teatro Bartolomé de Medina –recinto de la Legislatura en aquella época–. En el trayecto era visible la alegría disimulada de la sociedad pachuqueña por el cambio de gobernador, al mismo tiempo, la clase minera portaba algunos estandartes, en el lugar se encontraba el Sr. Manuel Islas representante del gremio. La multitud ansiosa curiosa se desbordaba en las calles y otra se hallaba en el vestíbulo del teatro donde encontraba poca resistencia de la policía; el acto fue por fin consumado, la era de los Cravioto había finalizado: “La alegría es general, parece que la ciudad respira con gozo una nueva atmósfera. El pueblo desde las primeras horas de la tarde comenzó a cantar”. 

Finalmente, en el Periódico Oficial relata la salida de Cravioto en forma discreta. El día 3 de noviembre anunció al H. Congreso del Estado su retiro del  gobierno de Hidalgo  debido a problemas de salud, del mismo modo meses antes, abandonó temporalmente los asuntos públicos, pero solo nos resta comentar que en la percepción oficial se muestra un silencio completo sobre la penosa salida de General Rafael Cravioto, por otro lado conocimos como ocurrió la entrega del poder gracias a un diario: El Popular.



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