EL DAGUERROTIPO DURANTE LA GUERRA DE 1847
Hilario Herrera Tapia
El
daguerrotipo es un proceso en cual se
dio a conocer la fotografía como tal, surge en Francia en 1839 con Louis
Mande Daguerre, a pesar de las heliografías de Joseph Nicépce que con anterioridad registran el
antecedente de la imagen. Las primeras
imágenes se realizaban sobre un placa de cobre cubierta de plata y pulida, esta
después era pasada por un baño de vapor de yodo, para sensibilizar la placa y convertirla a yoduro de plata,
después ésta se introducía en una caja de revelado que pasaba por otro baño de
vapores, ahora de mercurio, para formar
la imagen en positivo, después se fijaba
la imagen con sales; sal marina o hiposulfito de sosa, los tiempos de
exposición eran de 10 a 20 minutos. En un principio querer captar un retrato, y
paisaje, no era tan sencillo como hoy lo hacemos con una cámara fotográfica, la
persona tenía que permanecer quieta, estática, y paralizada, para poder evitar
que la imagen saliera borrosa y con movimiento. Así este maravilloso proceso de
alquimia, se volvió tan importante en Europa, por la forma en que se podía
obtener una imagen, que no tardó en llegar al continente americano sobre la
parte norte de los Estados Unidos.
El
encuentro del daguerrotipo con México no fue exactamente a la llegada de los
retratistas norteamericanos a México, durante la guerra con los Estados Unidos
en 1846 a 1848. El primer antecedente se da en diciembre 1839 con la llegada
del francés Louis Prelier al puerto de Veracruz. Aquí se tiene el “primer
contacto” con los daguerrotipos, Prelier es un comerciante que dentro de sus
mercancías trae consigo los aparatos de daguerrotipo traídos de Francia, de
inmediatamente hace una muy y sorprendente muestra en Veracruz y posteriormente
en la ciudad de México.
Durante
la invasión norteamericana en México en 1846 a 1848, no sólo tuvimos la visita
injusta de las tropas del ejército invasor al mando del general en jefe Winfield
Scott en la ciudad de México. Junto con ellos llegaron varios retratistas y
daguerrotopistas amantes del lente fotográfico, quienes captaron los momentos
más interesantes y documentaron sin tener la intención el acontecimiento que se
daba durante la guerra con los Estados Unidos,
tal es el caso del daguerrotipo “más conocido” por decirlo así, que captó un daguerrotopista anónimo unos
momentos después de la amputación del sargento Bustos en la batalla de Cerro
Gordo en 1847, amputación que fue hecha por el inspector general del cuerpo
Médico Militar Pedro Vander Linden y sus ayudantes.
Este
daguerrotipo es representativo e inédito para la documentación de aquella
batalla, desafortunadamente hoy en la actualidad este maravilloso daguerrotipo
de media placa se encuentra en un estado muy deteriorado, bajo la custodia de
la Fototeca del INAH, en el ex convento de San Francisco en la ciudad de
Pachuca. Para la historiadora Rosa Casanova este hecho marco un hito, para la
fotografía en México.
Los
retratistas en un principio tenían la función de fotografiar a los soldados
norteamericanos, y habituaban en enviar
los retratos a las familias de
estos en los Estados Unidos, así mismo muchos retratistas optaron por establecer sus estudios de
daguerrotipo en México; como primer antecedente se tiene el de Mr. Palmer en
1846 en la ciudad de Matamoros, cuando ésta todavía no era ocupada por el
general Zachary Taylor, sin embargo el
negocio no fue tan fructífero como se esperaba, y fue cerrado poco tiempo
después. Por otro lado, en 1981 según Olivier Debroise se encontró en un granero del estado de Connecticut en los Estados Unidos una colección
aproximadamente de treinta daguerrotipos, con retratos de personal militar en
la ciudad de Monterrey y panorámicas de Saltillo y Parras.
Otros
descubiertos en 1927 por H. Armour Smith
que contiene en su mayoría vistas de Saltillo. Según las investigaciones de la
historiadora Martha A. Sandweiss estas imágenes fueron tomadas poco después de
la batalla de Angostura por varios norteamericanos. Ahora bien Debroise hace
conjeturar que uno de los posibles autores
de estas imágenes tomadas en Saltillo pudo haber sido el daguerrotipista
J. H. Wm. Smith de Filadelfia, quien tomara un daguerrotipo del general Zachary
Taylor en Angostura o Buenavista, como nombraban los norteamericanos a este
lugar por la cercanía de una hacienda con este nombre, y después fuera la base
para una copia de una litografía. El estudio minucioso de Sandweiss dio a
emerger al daguerrotipista Josiah Gregg quien presenciara los hechos bélicos
ocurridos en Angostura.
Conforme
fueron avanzando las fuerzas norteamericanas en el país, los puertos y
ciudades de mayor relevancia fueron ocupados
por generales, coroneles, y sus tropas etc. En Veracruz, Puebla, la ciudad de
México, se establecen los primeros establecimientos de Daguerrotipo, y empiezan
anunciarse en los principales periódicos del país, como es el caso del
periódico de la época: El Monitor
Republicano, que en una de sus columnas del 2 de julio de 1847 se anuncia el daguerrotipista F. Thomas; “las
personas que gusten hacerse retratar por
el que suscribe, se servirán pasar á la casa núm. 12 de la calle de San
Francisco, desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde, siendo el
precio de cada retrato de 3 pesos. En la misma casa se encontraba en venta un
Daguerrotipo.”(Sic) Como se puede
entender los periódicos de aquella época fueron una pieza fundamental para dar
a conocer los trabajos de los daguerrotopistas en México.
Si
bien es cierto que en un principio la gran mayoría de los retratistas, eran
fieles seguidores de los regimientos militares norteamericanos en el país
ocupado, hubo algunos, no todos, se
quedaron a probar un poco de suerte, es el caso del daguerrotopista Charles S.
Betts quien en un principio se asoció con su colega J.C. Gardiner y unos días
después se rompiera dicha asociación y se asociara con el mexicano Antonio L.
Cosmes de Cosío. Y abrieran un estudio en la esquina de la calle de Plateros y
Refugio en la ciudad de México. Otro de ellos fue en el estado de Veracruz,
George Noessel, se instala el 17 de septiembre de 1847 y posiblemente se instalara en la
capital a desarrollar esta actividad. Según Debroise, en Puebla se instaló L.
H. Polock quien se dedicó al retrato en daguerrotipo.
Al
finalizar las hostilidades con las
huestes ocupantes, muchos personajes dedicados a este oficio decidieron
regresar a los Estados Unidos, algunos se convencieron de quedarse y establecer
un negocio de retratos, como lo hizo Andrew J. Halsey quien ya se consideraba
un retratista “importante” dentro de la
sociedad de la ciudad de México. Para algunos historiadores como es el caso de
Robert Tafl considera que son las fotografías más antiguas de guerra que se han
conocido. Es característico ver en estos
daguerrotipos los retratos de oficiales norteamericanos y de mujeres y hombres
mexicanos, en el caso de los oficiales eran una herramienta para los periódicos
norteamericanos para completar con mayor detalle sus artículos con respecto a
lo que pasaba en México. Los mexicanos retratados regularmente eran personas de
clase acomodada, es decir tenían dinero para poder ser retratados y poseerlos como un recuerdo, ya
sea una persona o hasta una familia quien tenía la oportunidad de darse este
lujo para aquella época.
Llama
la atención que los daguerrotipos encontrados con vistas y panoramas de la
ciudad de Saltillo, en donde se muestra los pelotones y grupos militares en la
calles de esta ciudad al mando de los generales norteamericanos se consideran
variantes de los retratos, ya que en ellas se aprecia a los oficiales en sus
caballos y tropas. El daguerrotipo de una escena callejera en Durango en donde
se aprecia desde un techo la vista de una iglesia, una calle principal con un
número no preciso de personas y un caballo, al fondo el panorama de las
montañas, esta imagen sin nombre de quien la tomo, data del año de 1847. Es el
detalle de los voluntarios norteamericanos uniformados en una calle de la
ciudad de Saltillo, en 1847.
Así
el daguerrotipo se mostró entre las batallas y la lejanía de los pocos
mexicanos que pudieron retratarse, en cambio en los Estados Unidos, las
familias, las esposas y los niños, eran retratados como parte de una moda,
desde luego los que tenían acceso a esta comodidad. Los periódicos
norteamericanos de la época, en sus principales páginas se observa también los
anuncios de los retratistas, como es el caso del: Democratic Banner, en este
periódico se hace mención al daguerrotipo en miniatura. La guerra con los
Estados Unidos propicio un gran desarrollo en la fotografía, y conquisto el
placer por la imagen de daguerrotipo. Podríamos hablar de muchos más, que sin duda
marcaron la línea evolutiva de la fotografía, para el año 1860 el daguerrotipo
tenía la opción de ser impresa en negativo y positiva, inclusive hasta darle
color a los personajes captados por la lente del
daguerrotipista.
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