Marcelo Ebrard y las malas prácticas sembradas en Morena

Por: Pedro Cortés

Después de los resultados de los voceros del partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Marcelo Ebrard tratará se seguir los pasos de su “amigo” como lo ha manifestado él, refiriéndose al Presidente Andrés Manuel López Obrador. El dilema para el excanciller es que tiene el tiempo agotado. En unos meses el tratará de agrupar, convencer y formalizar un proyecto semejante al que presentó el López Obrador hace algunos años.

Lo que se puede analizar es que existirá una separación de votos para tres candidatos que quizá son lo más notables y populares dentro de la sociedad: Claudia, Xóchitl y Ebrard. El destino estaba anunciado, aunque para Marcelo sería como un sueño de mal agüero del que siempre despertó y era visible a Claudia como candidata por Morena. Entre las malas prácticas que se siguen dando en este partido lejos están de ser “más de lo mismo”, pues aunque uno le busque por doquier, siguen siendo más de lo mismo. El partido hegemónico se transmutó de varias personalidades engendradas por el PRI, PAN Y PRD, que buscaron no principios ni tampoco identidad, sino comodidad e intereses personales a cabalidad.

Marcelo más allá de sus principios ideológicos, su postura responde a levantarse de su derrota y decir “aquí estoy”; no pactaré con los grupos de Morena que no encajo. En un anuncio de seguir peleando por la Presidencia, quizá se vuelva en un lastre que lo llevará posicionarse entre el segundo y tercer lugar en los próximos resultados del año electoral.

El grave problema que tendrá que enfrentar el excanciller será seguir contando o convencer que su proyecto o movimiento político dará la vuelta a la exjefa de gobierno de la ciudad de México. Como es el caso de los grupos sociales de la ciudad de Querétaro quienes anunciaron su apoyo a Claudia.  

Su movimiento denominado: “El Camino de México”, tratará de concientizar a los grupos sociales y ganar adeptos que revolucionen que las cosas en Morena se están haciendo al viejo estilo del PRI.

Sin lugar a dudas, el Consejo Nacional de Morena y la Secretaría de Honestidad de este partido, deberán de hacer una autocrítica de que rumbo están tomando en las decisiones y acciones de elegir candidatos. Desafortunadamente, se está eligiendo a personajes nada gratos, con pasados políticos manchados, originarios de otros partidos; abasteciendo sus intereses personales, en algunos casos caciques de lugares y ahora siendo candidatos por Morena. Como es el caso del exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, quien no termina un cargo y quiere ofrecerse para otro como es la ciudad de México. O el caso del artista Sergio Mayer quien ya fuera diputado en San Lázaro por Morena dejando mucho que desear. La popularidad suele ser un seductor embriagante para los consejeros del partido hegemónico actual en México. Quizá el PRI sea la nueva cara de lo que hoy conocemos como Morena, con un nuevo ideario político, pero con las mismas prácticas maquilladas del pasado.