Geólogos norteamericanos en Pachuca 1901





Geólogos norteamericanos en Pachuca 1901[1]




Hilario Herrera Tapia



En la mañana del día 15 de noviembre de 1901, la ciudad de Pachuca y sus habitantes  esperaban con gran regocijo en la Estación Central del Ferrocarril a unos invitados muy especiales. Ciento cincuenta viajeros norteamericanos – entre ellos mujeres- que integraban al Instituto Americano Ingenieros de Minas, provenientes de la ciudad de México que se encontraban desde hace una semana.[2] Su llegada estuvo acompañada de nueve coches marca Pullman que venían montados en los vagones del ferrocarril.

Por otra parte, una comitiva en aquel lugar los recibió: encabezada por el ingeniero D. Rodolfo Muñoz acompañado de los delegados del municipio de Pachuca. Enseguida un saludo lleno de mucho carisma nació del presidente del Instituto Americano Mr. E. E. Olcott, quien enseguida abordó juntos con sus conciudadanos en sesenta carruajes que los llevaron a la casa de gobierno,[3] donde los recibió el gobernador del estado de Hidalgo, Pedro Ladislao Rodríguez.[4]

Por otro lado, después del recibimiento  y hospitalidad que ofreció el gobernador a los invitados, se emprendió un desfile encabezado por el Jefe del Ejecutivo dirigiéndose rumbo a la mina de San Francisco, - anexa a la de Santa Gertrudis en aquella época-, según relata los periódicos de aquel tiempo, que una excelente mañana se hizo ser presente con la hermosura del cielo que se fusionaba con el horizonte y sus cordilleras verdes del cerro. Mientras que de las  grandes chimeneas –probablemente de una hacienda de beneficio- se observaban salir pesadas ondas de humo negro.[5] Algunos animales de pastoreo como las cabras que saltaban por algunos lugares rocosos, fueron de suma atracción para los invitados.

Al llegar a la hacienda de San Francisco los recibió la banda de  Rurales del Estado de Hidalgo, con una estrepitosa acorde del Himno Nacional Patrio; la bandera tricolor se observó ondear desde lo alto del balancín de la bomba que se encontraba en la parte superior de unos de los departamentos de la hacienda. Luego los caballeros y damas que llevaban sobreros, se desnudaron la cabeza en un acto de respeto. Posteriormente, los señores ingenieros de apellido Rioseco y Alfredo Bishop esperaban a los excursionistas para descender con ellos a las galerías subterráneas de la mina. Quienes tuvieron la iniciativa fueron las damas norteamericanas en bajar primero, mientras tanto, algunos de los excursionistas se ocupaban en tomar instantáneas de todo aquel conjunto heterogéneo en su indumentaria y pintoresco del lugar.[6] Por lo que su visita quedó documentada a través de la lente de sus cámaras fotográficas; imágenes que se llevaron a los Estados Unidos y que probablemente todavía perduren en los baúles de sus descendientes. La música de la Banda de Rurales del Estado de Hidalgo siguió tocando melodías a los invitados quienes en un ambiente de “fiesta” solicitaban que se volviera a tocar las piezas musicales.

Más tarde, se improvisó en el interior del departamento de la hacienda de San Francisco un comedor junto a las calderas, donde se colocó un largo tablado de madera; quedando unas largas mesas en posición paralelas y perpendiculares a la del señor gobernador, que ocupaba el centro del costado oriente del salón; a un lado se encontraban las banderas de los Estados Unidos, Gran Bretaña y la mexicana. Los músicos se colocaron en el extremo de un templete donde alegraban a los invitados con su música. El apetitivo o "lunch"  que se sirvió, fue muy aceptado por los norteamericanos, después el gobernador Pedro L. Rodríguez incitó a realizar el primer brindis en honor a sus invitados, dando respuesta de los concurridos a generar una ola de aplausos.[7]

Posteriormente, tomó la palabra los señores ingenieros Alfredo Bishop, Francisco Rule y Tomás Soloman (Sic) siendo sus discursos alusivos al tema de la minería de Pachuca. Enseguida, no tardó en alzar su copa el presidente Mr. Olcott, para hacer un brindis dirigido principalmente para el gobernador, donde dio a entender que era un saludo y dedicatoria en los términos más corteses: “para nuestra Patria, nuestro Estado, nuestro Gobierno, nuestros mineros y nuestra sociedad”. ¿A qué tipo de sociedad se refería? ¿Y con quiénes? Es probable que aquí se tenga los primeros acercamientos e intereses en comprar a la Compañía Minera de Real del Monte y Pachuca por los norteamericanos.    

Por su parte, el señor Felipe N. Barros propuso otro brindis en honor a los invitados americanos y a sus conciudadanos presentes ahí. De la misma forma, un ingeniero norteamericano propuso la entonación del himno de la Confederación del Norte, acto seguido por la banda musical  quien entonó dicha petición. A las  cuatro de la tarde se terminó aquella reunión en la hacienda de San Francisco, regresando a la ciudad por la tarde, después en la noche se llevó a cabo una reunión en el teatro Bartolomé de Medina donde se dictó una conferencia científica.[8]     
        
Las damas norteamericanas se mostraron muy interesadas y alegres en lo que se exponía en la conferencia, posteriormente, de aquella charla, se les ofreció una serenata en la plaza Independencia que duró hasta la media noche.

Una visita a Real del Monte

Al día siguiente como lo ordenaba el programa de actividades que elaboró las autoridades para los excursionistas, se hizo una visita al poblado de Real del Monte. A las nueve de la mañana del día 16 de noviembre de 1901 una larga fila de carruajes y jinetes estaban estacionados a las afueras de donde se hospedaron para emprender un viaje placentero a la pintoresca población minera. El día no era tan fascinante como el anterior, pues una neblina se oponía al sol, no permitiendo pasar los rayos del mismo. Sin embargo, eso no fue ningún impedimento para que la comisión encargada de llevar a los excursionistas cumpliera con su encargo. Al subir por el camino que conduce de Pachuca a Real del Monte hasta llegar a una altura considerable, algunos invitados observaron que la neblina se empezó a desalojarse de una parte del paisaje natural, cuando llegó a su límite, algunos norteamericanos observaron algunas "casitas salteadas" que componían el paisaje limítrofe al Real del Monte.

La portentosa máquina de la mina de La Dificultad

Al llegar a este pueblo se visitó la hacienda de San Cayetano, los talleres de la maestranza y la histórica mina de Dolores, terminando por visitar  la mina de La Dificultad.[9]  En este lugar quedaron asombrados los norteamericanos por las máquinas que se encontraban ahí, llamó la curiosidad de una máquina portentosa que contenía unas calderas que desarrollaban una fuerza de 900 caballos de vapor y cuyo émbolo hacía subir una columna de 500 metros de agua por uno diámetro. Se llegó a comparar con otras máquinas de otros países ,según algunas impresiones que mostraron los visitantes.

Con una fuerza de 200 caballos se llegó a sacar 1,400 litros de agua por revolución. Esta máquina tenía las siguientes características: unas gigantescas ruedas de acero sobre corpulentos ejes, el abrumador balencín que se movía de un lado a otro sobre sus recios montonantes, las mil flechas y pistones que la componían, el torrente de agua que se precipitaba por la tubería, las jaulas de hierro sujetas de anchas cintas de acero ascendiendo y descendiendo. Varios de los excursionistas norteamericanos concluyeron que era una máquina de gran importancia en América y de las primeras en el mundo.[10] Por su parte, el ingeniero Teodomiro Lugo, aprovecho el momento de asombro de parte de los geólogos norteamericanos para distribuir un folleto en ingles sobre un trabajo realizado por él sobre los distritos mineros Pachuca, Real del Monte y Mineral del Chico. Después  de haber conocido algunas minas y haciendas de beneficio con toda su maquinaria, se emprendió la retirada rumbo al bosque del Hiloche, donde se iniciaron los preparativos del almuerzo. En un "jacalón" que fue improvisado para dar sombra; se reunieron ahí aproximadamente mil personas, donde se desarrolló un ambiente de fiesta junto con grupos de operarios de las minas que también asistieron. Las damas norteamericanas cantaban, reían y bailaban con una franqueza ante los invitados. En este lugar  se colocaron las banderas de los Estados Unidos, México y un blasón minero compuesto de marros, barrenas y polvorines, muy cerca de ahí se sentó el gobernador Pedro L. Rodríguez y a lado de él tomó asiento el presidente del Instituto Americano Ingenieros de Minas, quien tomó la palabra y dedicó un brindis en honor al presidente de México, el general Porfirio Díaz, donde los asistentes aplaudieron por tiempo prolongado.  Por su parte, Mr. Olcott dijo unas palabras en el bosque del Hiloche, se refirió a que habían sido invitados para un ligero "lunch" y que fue todo lo contrario, se convirtió en un verdadero banquete acompañado de los mejores platillos de la cocina mexicana, pidió ahí a los presentes que se brindara por tres motivos: las señoras, señoritas y por el gobernador y sus colaboradores.

Posteriormente,  una prorrumpida ovación de aplausos se escuchó junto con la banda que empezó a tocar el himno americano. Después los invitados reconocieron al Presidente Municipal de Real del Monte y a su población por el banquete ofrecido en aquel lugar. Le siguió el señor don Gonzalo Castañeda con un elocuente discurso y aplaudido a su terminación. Asimismo, las jóvenes y las señoritas bailaron algunas piezas antes de partir de regreso a Pachuca.[11]  Las comisiones encomendadas al Dr. Alberto Espinoza fue un éxito por toda la logística que estuvo a su cargo. Dentro de esos comisionados hay dos personajes en especial que hay que mencionar  y que colaboraron en el programa de actividades ofrecidas en la visita de los geólogos norteamericanos a Pachuca y Real del Monte; uno de ellos Froilán Jiménez[12]  y el otro Ramón M. Rosales[13] el primero  estuvo en la comisión de arreglos y el segundo en la comisión de empleados federales. Por su parte, los invitados agradecieron las muestras de atención que recibieron de todos los pachuqueños, salieron de Real del Monte para dirigirse directamente a la Estación Central del Ferrocarril donde acudió el gobernador Pedro L. Rodríguez para despedir a los excursionistas norteamericanos. Finalmente, a las 6 de la tarde salieron de Pachuca rumbo a Guadalajara donde harían otro descenso. Algo curioso por mencionar, los coches que iban en los vagones del ferrocarril destaca el que utilizó Mr. Olcott,  éste fue el mismo que se ocupó para el féretro del presidente de los Estados Unidos, Guillermo McKinley tras su asesinato en septiembre de 1901. Por otro lado, curiosamente  cinco años después llegó la empresa minera norteamericana “The United States Smelting Refining & Mining Company” a comprar  la Compañía Mexicana de Real del Monte y Pachuca el 12 de febrero de 1906. ¿Simple casualidad o un antecedente?  




Imagen 1. Mina de San Rafael, Mineral de la Reforma, Hidalgo ca., 1928 foto: Robert Swanton Platt, Nitrato sobre celulosa, American Geographical Society Library Digital.



 
Imagen 2. Real del Monte, Hidalgo ca., 1928 foto: Robert Swanton Platt, Nitrato sobre celulosa, American Geographical Society Library, University of Wisconsin-Milwaukee Libraries.





Imagen 3. Mina de San Francisco, Pachuca, Hidalgo ca., 1910 foto: José Bustamante Valdés, The Nettie Lee Benson Latin American Collection, American Geographical Society Library Digital Photo Archive.


  





[1] Agradezco los comentarios y opiniones de Lino Hernández que hicieron de este trabajo más enriquecedor.
[2] “Los ingenieros americanos en Pachuca”, La Patria Diario de México, 16 de noviembre de 1901, p.1.
[3] Actualmente este edificio que se encuentra en medio de la parroquia de la Asunción de María y el mercado 1 de mayo y  en frente de  la Plaza Constitución de Pachuca, es un inmueble histórico abandonado sin ningún uso.  
[4]“Geólogos Americanos en Pachuca”, El Reconstructor de Hidalgo, 24 de noviembre de 1901, p.2.
[5] Ídem.,
[6] Ídem.,
[7] Ídem.,
[8] Ídem.,
[9] Ídem.,
[10] Ídem.,
[11] Ídem.,
[12] Froilán Jiménez fue presidente municipal de Pachuca en el periodo 1913- 1914.  
[13] Ramón M. Rosales  fue precursor del movimiento maderista en Hidalgo y fue gobernador en el periodo 1912 y 1913 durante el régimen huertista.


Fuentes documentales

Archivos

Archivo General del Estado de Hidalgo.

Hemerografía 
      
El Reconstructor de Hidalgo, 24 de noviembre de 1901, Hemeroteca del Archivo General del Estado de Hidalgo (AGEH).

La Patria Diario de México, 16 de noviembre de 1901, Hemeroteca Nacional de México de la Universidad Nacional Autónoma de México (HNMUNAM).

Fuentes de internet

-American Geographical Society Library Digital, consulta 19 de marzo de 2015, http://collections.lib.uwm.edu/cdm/singleitem/collection/agsnorth/id/4794/rec/5

-American Geographical Society Library, University of Wisconsin-Milwaukee Libraries, consulta 19 de marzo de 2015 http://collections.lib.uwm.edu/cdm/singleitem/collection/agsnorth/id/5062/rec/1

-The Nettie Lee Benson Latin American Collection, American Geographical Society Library Digital Photo Archive, Universidad de Texas Austin ,  consulta 19 de marzo de 2015, http://www.lib.utexas.edu/taro/utlac/00048/lac-00048.html#a0



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