La visita de Adolfo De la Huerta a
Pachuca 1923
Hilario Herrera Tapia
riginario de Guaymas,
Sonora, Adolfo de la Huerta fue un hombre que tuvo una participación relevante
en la revolución mexicana. Fue gobernador de su estado y junto con Plutarco Elías
Calles y otros correligionarios lanzaron el llamado “Plan de Agua Prieta”, que
desterró al gobierno carrancista del poder en 1920. Posteriormente, llegó a la
ciudad de México en donde el Congreso lo ratificó como Presidente Interino tras
el asesinato de Venustiano Carranza en la Sierra de Puebla. Su desempeño como
presidente se puede decir que fue excepcional; procuró arreglar el mayor número
de pendientes que implicaba la transición del gobierno de Carranza y el
siguiente. Uno de los destacados resultados que dejó su interinato al frente
del Poder Ejecutivo (junio- noviembre 1920), fue la pacificación del país. De
la Huerta aprovechó la estrecha relación que tenía con algunos grupos
anticarrancistas, zapatistas y otros, para que depusieran las armas. En esa
misma coyuntura emerge la negociación que tuvo con Pancho Villa para que éste
dejara las armas a cambio de una hacienda en Canutillo, Durango, ésta
funcionaría como colonia agrícola-militar y el permiso de conservar una escolta
integrada por sus “Dorados del Norte”.
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La
organización y planeación del país, fue para De la Huerta una encomienda que
tenía que solucionar en su corta gestión. Por ejemplo, la designación de José
Vasconcelos como rector de la Universidad Nacional de México quien tuvo la
función de combatir el analfabetismo que se encontraba en un 70 % para la
segunda década del siglo XX. Por otro lado, en el gobierno de Álvaro Obregón
(1920-1924) estuvo a cargo de la Secretaria de Hacienda, en donde le tocó ser
parte de las negociaciones de las Conferencias de Bucareli, hecho que le costó
algunas críticas severas.
Para
1923 se habían formado varios partidos contendientes para disputar las próximas
elecciones, uno de ellos fue el Partido Nacional
Cooperatista, que proponía a De la
Huerta como contendiente. En un principio no aceptó, pero sus seguidores y
fervientes amigos hicieron algunas manifestaciones en varios puntos del país, para
que éste aceptara ser candidato junto con Calles. Por su parte, la multitud de
simpatizantes mermó en la decisión de enfrentar el reto político que se avecinaba en 1924. El 18 de octubre de
1923 confirmó ser candidato para llegar por segunda ocasión a la presidencia.
Esta decisión no fue bien recibida por Obregón y Calles, quienes ya sabían de
la capacidad y popularidad que iba generando De la Huerta, por lo que ambos se
dedicaron a desprestigiar su candidatura. Después inicio una etapa de proselitismo
en la ciudad de México, Tampico y Pachuca, en esta última ciudad había un grupo
de dirigentes pachuqueños que simpatizaban con Adolfo De la Huerta, afiliados
al Partido Nacional Cooperatista. Al parecer existía un conglomerado de
personas que apoyaban la candidatura del sonorense con gran entusiasmo en este
lugar.
El día 11 de noviembre de 1923 De la Huerta salió
de la ciudad de México a las ocho de la mañana en un tren ordinario con varios
de sus partidarios de los que se puede destacar, algunos diputados del Congreso
de la Unión y un grupo de jóvenes pertenecientes de la Sociedad de la
Construcción Estudiantil. Llegaron a la Estación Central del Ferrocarril de Pachuca
a la una de la tarde. A las afueras de ésta
ya los esperaba una cantidad considerable de simpatizantes, entre ellos algunos
mineros que portaban estandartes y pancartas de las minas de Santo Tomás, Santa
Ana, El Bordo, San Rafael, Camelia y El Rosario. También algunas personas de las clases más populares
de la ciudad asistieron para presenciar la llegada del candidato. El recibimiento
de la gente retardó aproximadamente cincuenta minutos a De la Huerta en la
Estación del Ferrocarril. Posteriormente, se desplazaron de este lugar con una
gran multitud de seguidores y partidarios
rumbo a la Plaza Independencia.
Según datos de los periódicos de la época El Universal y El Demócrata, fueron aproximadamente seis mil
personas que se dirigieron con él caminando por la Avenida Juárez,
posteriormente llegaron a la calle de Guerrero y después a la de Matamoros en
donde se encontraban las oficinas del Comité del Partido Nacional Cooperatista
con sede en Pachuca.
Posteriormente, el candidato y su comitiva llegaron a la
Plaza Independencia que ya se encontraba abarrotada de simpatizantes. Los
pachuqueños con emocionantes consignas, frases y saludos, recibieron al
candidato Adolfo De la Huerta. Después del pletórico recibimiento y vitoreo del
populacho, el candidato subió al balcón del edificio del Comité organizador,
ahí dirigió un extenso saludo a los pachuqueños junto con el señor presidente
del partido Jorge Prieto Laurens y el señor de apellidos Castillo Tapia. Unos
segundos después dio inicio a un concurso organizado por el Partido Nacional
Cooperatista. Más tarde compartió algunas de sus propuestas que se llevarían a
cabo si éste llegaba a la Presidencia de la República. Al
término de su discurso, le siguieron con la palabra el señor Rafael Vega
Sánchez, el diputado Jorge Prieto Laurens, los diputados por Sonora José
Peraza; por Coahuila, Otilio González; por Puebla el señor Castillo Tapia.
También se encontraban algunos
militantes del Partido Socialista Mayoritario Rojo de México, los señores A. Salgado
y Norberto, todos ellos participaron con
un discurso. Al término del mitin la gente aplaudió y ovacionó a los oradores.
La
aceptación de la gente fue muy bien recibida por los mineros, campesinos,
obreros y otros, que mostraron gran simpatía por De la Huerta. En los cerros de
Pachuca se escuchaba la detonación de los cohetes que prendían con gran alegría
algunos coheteros, para hacer notar la bienvenida del candidato a la ciudad.
Más tarde se le ofreció un banquete en honor a su visita, especulamos que éste
fue ofrecido ahí mismo en las oficinas del Comité ubicadas en frente del
Monumento al Reloj con orientación hacia la calle de Ocampo. Según una
fotografía de la época se puede apreciar que el edificio se encontraba en medio
de un negocio llamado: “Droguería Farmacia Universal” y un edificio de tres
plantas que no se ha identificado. Aunque
Teodomiro Manzano en sus Anales
del Estado de Hidalgo, segunda parte (1869 a marzo de 1927), México, Bicentenario,
2009, se refiere a que el edificio del Comité había pertenecido a la farmacia “Hermosillo
y Ortega”, es posible que se tratara del mismo. Finalmente, la tarde cayó sobre la ciudad y el
candidato tuvo que despedirse de sus seguidores. Algunos lo siguieron hasta el
tren que ya lo esperaba para regresar en
ese mismo domingo a la ciudad de México. Existe una fotografía tomada por
Casasola en la estación ferroviaria de Pachuca, donde se observa en el centro a
Don Adolfo De la Huerta cobijado por varios de sus simpatizantes y partidarios.
Al fondo en la parte superior de los vagones se encuentra un hombre sentado en
el techo del tren, éste y los demás dirigían la mirada fijamente hacia la
cámara. También se observa a dos
personas que levantaron sus sombreros de manera intencional quedando
suspendidos en el aire y capturados por la lente del fotógrafo. En suma, el testimonio
documental de la última actividad hecha en Pachuca por Adolfo De la Huerta, en
su gira como candidato para las próximas elecciones presidenciales ha quedado
registrado en estas fotografías. El candidato se retiró de Pachuca cuando se
estaba ocultando el sol, llegando a la ciudad de México en la misma tarde de
aquel día.
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